Calidad del Agua en Panamá

La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) es la encargada de monitorizar la calidad de las fuentes hídricas del país. 
La ANAM informa que la calidad del agua no solo se ve afectada por las características climáticas y geológicas que el recurso origina, sino también por los diferentes usos que ocurren en cada cuenca. Existe evidencia de que la degradación va más allá de ríos y quebradas; el deterioro en la calidad de las aguas abarca incluso esteros y manglares.

El índice de calidad de agua (ICA) es un indicador que agrupa los parámetros contaminantes más representativos dentro de un marco unificado, como un instrumento que permite identificar el deterioro o mejora de la calidad en un cuerpo de agua.

Parámetros de calidad de agua y su importancia

Alcalinidad: mide la capacidad del agua para neutralizar ácidos.
Apariencia del agua: condición visual apreciable del agua.
Cationes: iones con carga positiva (calcio, magnesio, sodio o potasio) con la capacidad de perder electrones.
Cloruro: ión que resulta de la combinación del cloro con un metal; el más conocido: cloruro de sodio. Indicador de contaminación antrópica.
Clorofila a: pigmento por el cual las plantas realizan fotosíntesis; medida de la biomasa de fitoplancton.
Coliformes totales: bacterias indicadoras de contaminación del agua y alimentos.
Conductividad: medida de sales disueltas en una solución o de la concentración de solutos.
Demanda bioquímica de oxígeno (DBO5): medida de la cantidad de oxígeno requerido por los microorganismos para oxidar la materia orgánica.
Dureza total: suma de la dureza del calcio y magnesio.
E. coli: bacteria indicadora de contaminación fecal en aguas.
Nutrientes: nitrato, nitrito (formas de nitrógeno) y ortofosfato (forma inorgánica de fósforo), fácilmente utilizados por el fitoplancton.
Oxígeno disuelto: medida de la concentración de oxígeno gaseoso en el agua.
Potencial de hidrógeno (pH): indicador de la acidez o basicidad del agua.
Salinidad: contenido de sales minerales disueltas en un cuerpo de agua.
Sólidos totales disueltos: medida de sales disueltas luego de removidos los sólidos suspendidos.
Sólidos suspendidos: medida de las partículas en suspensión retenidos en un filtro de fibra de vidrio.
Sulfato: ión de la sal de ácido sulfúrico. Indicadores de contaminación por aguas residuales. 
Transparencia: medida de la penetración de la luz en el agua.

Para describir la calidad del agua en los sitios de muestreo en Panamá, se emplea el índice de calidad de agua desarrollado en 1970 por la Fundación de Sanidad Nacional de los Estados Unidos de América (NSF por sus siglas en inglés). Para éste cálculo se emplean 9 parámetros: oxígeno disuelto (%), demanda bioquímica de oxígeno (DBO5), coliformes fecales, ortofosfatos (P-PO4), nitratos (N-NO3), potencial de Hidrógeno (pH), desviación de temperatura, turbiedad y sólidos totales. Los valores obtenidos van de 0 a 100, y permiten calificar el agua.

Rangos y Calificaciones para los valores del ICA
Rangos

Color
Calificación
91-100
Azul
Excelente
71-90
Verde
Bueno
51-70
Amarillo
Medio
26-50
Naranja
Malo
0-25
Rojo
Muy Malo


De acuerdo a estos criterios, el índice de calidad del agua, según puntos de monitoreo en el año 2010, indica que el 0,2% fue clasificado como altamente contaminado; el 8,48% como contaminado; el 25,43% como poco contaminado; el 64,16% como aceptable y el 1,73% resultó no contaminado. Dentro del rango de poco contaminados, se encuentran los ríos en las provincias de Chiriquí, Colón, Bocas del Toro, Darién y Coclé. Por el contrario, los ríos Chiriquí (Chiriquí), San Juan (Colón), Río Negro y Coclé del Sur (Coclé), se clasifican entre los más contaminados (ANAM, 2011).
Según el informe de Calidad del Agua de la ACP  (2016), la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá presenta una ICA de “Buena” a “Excelente”con un  94% .

MONITOREO DE LA CALIDAD DEL AGUA 
Panamá cuenta con varias normas técnicas que tienen como principal objetivo evitar posibles contaminaciones del recurso hídrico:

• Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 24-1999: Reutilización de las aguas residuales tratadas.
Los objetivos del presente Reglamento Técnico están orientados a salvaguardar la salud de los habitantes, resguardar el medio ambiente, propender a un uso racional de los recursos y establecer regulaciones para los distintos usos que pueda darse a las aguas residuales tratadas en las distintas plantas de tratamiento de aguas residuales de Panamá. El campo de aplicación del presente Reglamento son todas las aguas residuales tratadas, provenientes de plantas de tratamiento públicas, privadas o mixtas sin importar su origen y el tratamiento a que hayan sido sometidas.
• Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 35-2000Descarga de efluentes líquidos directamente a cuerpos de aguas superficiales y subterráneas.
El presente Reglamento Técnico tiene como objetivo en el marco de la protección ambiental, prevenir la contaminación de cuerpos y masas de agua superficiales y subterráneas en la República de Panamá, mediante el control de los efluentes líquidos provenientes de actividades domésticas, comerciales e industriales que se descargan a cuerpos receptores manteniendo una condición de aguas libres de contaminación, preservando de esta manera la salud de la población.
Este Reglamento Técnico establece los límites máximos permisibles que deben cumplir los vertidos de efluentes líquidos provenientes de actividades domésticas, comerciales e industriales, descargando a cuerpos y masas de aguas superficiales y subterráneas, en conformidad a las disposiciones legales vigentes en la República de Panamá.

• Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 39-2000: El presente Reglamento Técnico establece las características que deben cumplir los vertidos de efluentes líquidos provenientes de actividades domésticas, comerciales e industriales, a los sistemas de recolección de aguas residuales, en conformidad a las disposiciones legales vigentes en la República de Panamá. Este Reglamento Técnico permite proteger la salud de la población, el ambiente, y preservar los recursos hídricos, tanto superficiales como subterráneos, y la calidad de los suelos de la República de Panamá, de la contaminación de origen antrópico derivada de las actividades mencionadas. Los objetivos específicos de este Reglamento Técnico están orientados a proteger y preservar los sistemas de recolección y los procesos de tratamientos de aguas residuales de efectos adversos, tales como:
- Daños a las redes de alcantarillados por efectos de corrosión, incrustación, u obstrucción.
 - Formación de olores desagradables.
 - Formación de gases tóxicos o explosivos.
 - Interferencia con tratamientos biológicos de aguas residuales.

•Reglamento Técnico DGNTI-COPANIT 47-2000: Los objetivos primordiales de este Reglamento Técnico, son los de proteger la salud de la población, los recursos naturales, el medio ambiente, y aprovechar una valiosa fuente de elementos nutritivos para ser utilizado en la actividad agropecuaria (como fuente de proteínas, elementos fertilizantes y como mejorador de la condición física de los suelos), en la República de Panamá. Otro de los objetivos perseguidos es, generar un uso más eficiente de los recursos, desarrollando economías de escala con la creación de un mercado para lodos que permita la reducción de los costos de las plantas de tratamiento, y evitar el uso de lodos altamente contaminados, asegurando la correcta disposición final de los mismos
La Autoridad Nacional del Ambiente realiza, desde el año 2002, el monitoreo de 95 ríos a nivel nacional, a través de 519 puntos de monitoreo, durante las temporadas seca y lluviosa, en 35 cuencas hidrográficas priorizadas. Los noventa y cinco ríos fueron seleccionados por su importancia en el desarrollo socioeconómico de la región (abastecimiento de agua potable, uso recreativo, uso para descargar aguas residuales, etc.), y los puntos de monitoreo se determinaron conforme a la parte alta, media y baja del cauce de los ríos. 

POTABILIZACIÓN DE AGUAS DE CONSUMO


Potabilizadora IDAAN, en el Trapichito de La Chorrera 

En la potabilizadora IDAAN se enlistan los diferentes procesos utilizados para la potabilización del agua.

Procesos de tratamiento

1. Desbaste
Eliminación de sólidos mediante rejas y tamices.
En la toma de agua se puede producir un arrastre de diversos materiales: tierra, arena, hojas, hierbas, restos de embalajes, diversos cuerpos flotantes, etc., que hay que eliminar antes de su entrada en la planta de tratamiento. El desbaste consiste en la eliminación de las materias de mayor tamaño y puede incluir:
Desbaste grosero: mediante rejas de 8 a 10 cm de separación entre barrotes.
Desbaste fino: mediante rejas de 25 a 40 mm, si las materias en suspensión de gran tamaño son poco abundantes y no hay peligro de que deterioren la reja fina.

2. Preoxidación
Para eliminar sustancias fácilmente oxidables, evitar problemas posteriores y mejorar sabor y olor, puede ser llevado a cabo sólo mediante un proceso de tipo químico.
La adición de un agente químico en estas primeras etapas de la secuencia de tratamiento (preoxidación) tiene por objeto oxidar:
• Los posibles iones Fe(II) y Mn(II) existentes en el agua, para precipitarlos y eliminarlos posteriormente.
• La materia orgánica oxidable, para facilitar su eliminación en las etapas posteriores.
• Compuestos nitrogenados: amoniaco y nitritos, para convertirlos en formas menos nocivas.• Microorganismos (bacterias, algas, plancton), para evitar su desarrollo a lo largo del proceso.

En Panamá, se utiliza el cloro (precloración) como agente oxidante, debido a que es menos costoso, en comparación a los otros métodos de tratamiento. La precloración se usa con el fin de mejorar el funcionamiento y rendimiento de procesos posteriores, tales como mantener un nivel de desinfectante que evite el desarrollo de microorganismos.
Algunas de las reacciones químicas de estos procesos son:
Exceso de   Fe2+ y Mn2+ → ↓Fe(OH)2 + ↓MnO2

3. Coagulación-Floculación
El objetivo principal de la clarificación de un agua es eliminar su turbidez, causada por materia en suspensión y coloidal, con lo que en esta etapa también se elimina parcialmente el contenido en materia orgánica del agua.
 La clarificación engloba los procesos de coagulación-floculación, decantación y filtración.
Hay partículas en las aguas naturales que por su diminuto tamaño, o estabilización en forma de coloides, no sedimentan por un proceso físico. Estas partículas coloidales (tamaño aproximado de entre 10-1-10-3μm) suelen ser responsables, entre otras, de dos características no deseables en el agua potable: la turbidez y el color. La coagulación se consigue por adición de electrolitos, siendo los más utilizados las sales de iones polivalentes, que son mucho más efectivos. 
En la potabilizadora IDAAN se utiliza sulfato de aluminio de Al(SO4)3 como coagulante. 
Para el Al3+ el intervalo de pH suele estar entre 6-7,4. La adición del coagulante debe realizarse de tal modo que se posibilite una mezcla rápida del reactivo químico con el agua.

Los principales parámetros a controlar en la etapa de coagulación son la dosis de coagulante y el pH de coagulación.
Los dos mecanismos principales que intervienen en el proceso son:
• Neutralización de cargas y precipitación: las cargas proporcionadas por los iones del coagulante neutralizan la carga superficial de las micelas, desestabilizando las partículas coloidales y permitiendo su aglomeración (formación de microflóculos).
• Adsorción sobre un precipitado originado por el coagulante el sulfato de aluminio («Coagulación por barrido»): la formación de un precipitado de Al(OH)3, el cual engloba y arrastra a las partículas coloidales en su precipitación, formando partículas de mayor tamaño.

El primer mecanismo predomina en condiciones de bajo pH y bajas dosis de coagulante (dosis excesivas podrían «reestabilizar» la partícula coloidal por inversión de carga), mientras que el segundo mecanismo predomina en condiciones de alto pH y altas dosis de coagulante.
Una parte de los iones metálicos del coagulante se dirigen a la neutralización directa de las cargas del coloide, mientras que otros originan una serie de reacciones en el agua (reacciones hidrolíticas), formando bien cationes hidroxilados o hidróxidos insolubles, lo que aumenta el carácter ácido de la disolución.
La utilización de Al2(SO4)3 implica una serie compleja de procesos, algunos de los cuales se indican de forma simplificada: 
Al2(SO43 en H2O → 2 Al3+ (aq) + 3 SO42- (aq)

Floculación
Los floculantes son productos químicos que favorecen la agrupación de las partículas coloidales desestabilizadas (coaguladas) en partículas de mayor tamaño (flóculos), que sedimentan más fácilmente. Los principales compuestos utilizados en la actualidad como floculantes son polielectrolitos orgánicos sintéticos, con cargas eléctricas y/o grupos ionizables, que hacen de «puente» entre las partículas, agrupándolas. Los hay de tipo no iónico, aniónico y catiónico.

4. Decantación
La separación de los flóculos originados en el proceso de coagulación-floculación se realiza en una operación denominada sedimentación o decantación, aumentando el tiempo de permanencia del agua en depósitos adecuados, denominados decantadores. Los flóculos sedimentados dan lugar a los fangos (lodos), los cuales son purgados periódicamente del decantador. El agua decantada (libre de flóculos) se recoge en superficie.
Los factores de los que depende el proceso de sedimentación son, entre otros: tamaño y peso específico de las partículas, concentración de flóculos, tiempo de retención, temperatura, etc.

5. Filtración
La filtración es una operación que consiste en hacer pasar un líquido que contiene materias en suspensión a través de un medio poroso o filtro, que permite el paso del líquido pero no el de las partículas sólidas, quedando éstas retenidas en el mismo. De este modo, las partículas que no han sedimentado en el decantador son retenidas en los filtros, en función del tamaño de partícula y del tamaño de poro del filtro.

PROCESO DE DESINFECCIÓN DEL AGUA

Se entiende por desinfección la operación unitaria que tiene como objetivo eliminar organismos patógenos de un agua, especialmente bacterias, virus y otros parásitos. El agua se puede considerar como un vehículo perfecto para la transmisión de muchas enfermedades de tipo infeccioso, que pueden ser de tres tipos: de origen bacteriano, de origen vírico y de origen parasitario. 

Aspectos a tener en cuenta en un proceso de desinfección

Un buen desinfectante o método de desinfección debe reunir un conjunto de condiciones, entre las que cabe destacar:
• Elevada capacidad de destrucción de microorganismos.
• Ser inocuo y no producir sabor u olor desagradable.
• Permanencia en el agua.
• Rápidez de actuación y que ésta sea lo más independiente posible de fluctuaciones de pH, temperatura, concentración y variación de condiciones físicas.
• Facilidad de manipulación, almacenamiento, determinación (automática) y precio asequible.

Todos los métodos utilizados pueden plantear problemas en alguno de los aspectos señalados, por lo que será necesario decidirse por el más adecuado en cada caso, teniendo en cuenta, además, entre otros criterios:
• Características físico-químicas del agua a tratar: pH, temperatura, materia orgánica.
• Características y concentración de los microorganismos a eliminar.
• Productos resultantes de la desinfección (subproductos de la desinfección o DBPs) que perjudiquen la calidad del agua: clorofenoles, trihalometanos (THMs), aldehídos, bromato.

Desinfección con Cloro
Se utiliza en forma cloro gaseoso. Los equilibrios químicos a los que dan lugar en el agua estas sustancias cloradas, y que las interrelacionan entre sí, son:

a) El cloro sufre un proceso de hidrólisis, originando los ácidos hipocloroso y clorhídrico:               

     Cl
2 + H2O  → HCl + HClO                           Ka (20 ºC) = 3,3x104
b) El ácido hipocloroso es un ácido débil y por lo tanto se disocia parcialmente:
     HClO →H+ + CIO-                                            Ka= 2, 7x10-8
c) La adición de hipocloritos produce la disociación en los correspondientes iones, con la posterior hidrólisis del anión hipoclorito:
    ClO- + H2O → HClO + OH-
El proceso de desinfección estará favorecido a pH<7, por dos razones, el predominio del ácido hipocloroso (HClO) y el hecho de que aumenta el valor de su potencial, pues depende del pH del medio.
Dosis necesaria de cloro
La acción desinfectante del cloro se consigue mediante adición en exceso, de forma que permita satisfacer la demanda de cloro del agua y dejar cloro residual libre que destruya los microorganismos patógenos.
Dosis de cloro Demanda de cloro Cloro libre residual
Demanda de cloro de un agua: se define como la cantidad de cloro que reacciona con las sustancias presentes en un agua susceptibles de ser doradas u oxidadas.
Cloro libre residual: es la cantidad de cloro en forma activa (cloro molecular, ácido hipocloroso e hipoclorito) que permanece en el agua, tras reaccionar con las sustancias susceptibles de demanda de cloro.
En aguas potables es necesario mantener un cierto nivel (0,5-2,0 mg/l) de cloro residual posterior al tratamiento, para mantener el efecto desinfectante en las mismas hasta el punto de distribución. Por ello, es importante conocer la evolución de las cantidades de cloro añadidas a un agua, aspecto que se conoce como «curva de cloración».

Parámetros que influyen en la cloración 
• pH del agua, como ya se ha comentado en los apartados anteriores.
• Temperatura: la eficiencia aumenta con la temperatura, pero también la proliferación de microorganismos.
• Tiempo de contacto, viene regulado por la ley de Chick: log(N/Nf) = - K.t
N = número de microorganismos iniciales.
Nf = número de microorganismos finales.
K= constante característica de cada microorganismo, sistema y tipo de desinfectante.
Es preferible aumentar el tiempo de contacto que recurrir a una mayor dosis de cloro.
 Inconvenientes de la cloración
El cloro puede presentar problemas de toxicidad en el almacenamiento y empleo del mismo, pero el aspecto más importante se refiere a la formación de subproductos de la desinfección. Éstos son compuestos orgánicos clorados originados en la reacción del cloro con la materia orgánica del agua. Los más importantes son los trihalometanos o haloformos (THMs), algunos de los cuales tienen potencial carcinogénico, aunque también pueden formarse otros.

Ventajas de la cloración

Podríamos resumir las ventajas de la utilización del cloro en el proceso de desinfección del agua, y que explicarían el uso mayoritario del mismo, en los siguientes aspectos:
• Alto poder desinfectante y oxidante del cloro y derivados.
• Importante acción desinfectante residual.
• Buen conocimiento de los procesos en los que interviene el cloro en el agua.
• Costes relativamente bajos del proceso de cloración.

Fuentes: 

  • Orozco, C.,Perez, A.(2011) Contaminación Ambiental. Una visión desde la Química. Paraninfo.
  • ACP (2017), Informe de Calidad del Agua de la Cuenca del Canal 2016.

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